domingo, 9 de junio de 2013

Secretos.

Niño estaba solo. Estuvo solo mucho tiempo y aprendió a estarlo. Niño vivía como en un secreto y se dió cuenta de que eso era lo mejor. Niño se percató de que ser un secreto era mejor, ya no estaba solo, se tenía a si mismo. Y así fue creciendo, buscando alguien que le descubriera.

Niño creció y se hizo Chico. Chico siguió criándose y creciendo como un secreto, aunque hubo algunos que jugaron con él a conocerse. Chico supo que ser un secreto le protegía, le escudaba. Nadie conocía del todo a Chico porque es imposible conocer un secreto en todos sus recovecos. Chico siguió creciendo y creyendo en su secreto y que a pocos se descubriría.

Chico llegó a ser Joven, un joven que poco a poco iba conociendo a más personas que le ayudaban a conocerse a sí mismo. Joven, esta vez, se dió cuenta de que él no era un secreto. Nadie es un secreto en sí mismo porque, aunque creamos que no, siempre hay alguien que nos conoce. Joven se dio cuenta de que nosotros somos una enorme obra de arquitectura construida con secretos, somos un conjunto de secretos. Joven se dió cuenta de que los secretos nos cubren, nos hacen ser como somos. Los secretos son los guijarros que construyen la montaña. Y Joven se dio cuenta de que era imposible conocer cada piedra de la montaña. Y guardó sus secretos bajo llave como un tesoro, un tesoro que no quería regalar. No se quería compartir. Temía que si quitara uno de aquellos guijarros, la montaña se desmoronaría.

Y así Joven se convirtió en Hombre. Hombre maduró guardando sus secretos en un macuto cerrado que cargaba en la espalda. Creció dándose cuenta de que aquellos secretos que tanto había valorado en otra época, ahora los cargaba con pesar. Igual que existen secretos que nos protegen, secretos que nos hacen fuertes, hay muchos secretos que nos debilitan y nos cansan. Hay secretos que se extienden como un veneno, que crecen y se extienden como una hiedra que quiebra un muro. Hay secretos que son como un veneno.
Hombre empezó a extender sus secretos y valoró cuanto le gusta intercambiarlos por otros.

Hombre entendió que no hay nada más valioso que un secreto. Una persona sería capaz de amar por un secreto, matar por conseguirlo e incluso morir por dedefenderlo. Un secreto significa confianza ciega, incluso fe. Compartir un secreto es casi un acto de amor puro.

Un secreto se puede regalar, se puede guardar o incluso vender. Los secretos nos fortalecen o nos debilitan. Los secretos nos dan vida o nos destrozan. Pocas cosas hay tan valiosas y poderosas como un secreto.

Siento una enorme debilidad por los secretos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario