miércoles, 21 de marzo de 2012

Mi clan.


Caminaba solo, con el cuerpo rígido bajo las sombras de mi propia soledad. Un bosque de hojas tardías y ramas entrelazadas presidían mi camino tapando toda luz en un mar de oscuridad. Las sombras que poblaban mi mente comenzaron a tomar formas descontroladas y tangibles. Formas que podía reconocer. Fantasmas de temores y presiones, tensiones y afrentas. Espectros del pasado flotaban junto a mí, danzando con muecas extrañas, trucándome el paso que cada día se convertía en un duelo personal conmigo mismo. Las bestias extrañas y desconocidas de mi futuro se disponían en hilera frenando mi avance con desmesurado castigo. Y los engendros de mi presente, con mi propio rostro, me cargaban los hombros de penas tardías.

Me creí vencido, arrodillado a los pies de la negrura que mi pérdida de fe había creado, cuando una luz cegadora iluminó el camino. Distinguí entre la penumbra la silueta de una persona que conocía. Un chico de baja estatura, delgado de complexión y el pelo largo con el flequillo casi cubriéndole los ojos se agachaba junto a mí ofreciéndome apoyo. Vestía túnica de mago y de su mano prendía una llama que parecía brotar de la palma. Una llama cálida que emanaba comprensión y entendimiento, lógica, sabiduría y sobretodo sentido común. Me tendió la mano y me ayudó a sobreponerme y alzarme sobre mí mismo. Me guió y me impuso una magia pronunciada en idiomas extraños que me calmó e imbuyó fuerzas para continuar.

Pero las sombras seguían ahí. Siempre estaban ahí. Me perseguían sin descanso y me atormentaban en las noches oscuras sin estrellas, en las que las pesadillas me atacaban con ojos despiertos. Las sogas negras de la pesadumbre y la desidia me aprisionaban brazos y piernas cuando un brillo metálico resplandeció en la oscuridad. El frío filo de un cuchillo sesgó mis ataduras y a mi izquierda y a mi derecha aparecieron como dos estelas oscuras, dos figuras. Delgados y ágiles, ataviadas con ropas oscuras y el rostro cubierto por capuchas negras. De pieles oscuras y barbas morenas, se interponían entre mis monstruos y yo. Me miraron con una sonrisa y me incitaron a correr junto a ellos a través del bosque velado. Me cobijaron entre las sombras llevándome hacia el futuro como una profecía de buenas intenciones cargada de rabia y orgullo.

Y aunque con las manos amigas, no tirando de mí pero sí caminando a mi lado, el miedo continuaba atormentándome. El terrible y atroz miedo. A olvidar, a pensar en no pensar, a recordar y que fuera aun más doloroso que dejar atrás y sucumbir a la soledad hasta que la edad la acepte. Un vacío que solo puede dejar el miedo me aprisionaba el pecho. Me hundía en el espeso lodazal de la traición y el abandono. Me hundía sin fin y sin tregua en unas arenas movedizas que yo mismo había alimentado con las sombras de mi propio punto de vista. Cuando el calor del abrazo de un viejo y joven amigo me devolvió a la vida y me ayudó simplemente a recordar como respirar. Al aparecer ante mí lo reconocí al instante. Ojos claros como los míos y ancho de espaldas. Se unió a mi lucha con armadura brillante forjada a golpe de martillo, yunque y realidad. Con espada templada a fuerza de lírica y corazón. Luchó espalda con espalda contra los fantasmas de mi misma realidad y las penas que me embargaban, con una fuerza como concedida a través de un deseo pedido a un dragón.

Y así codo con codo, espalda con espalda, la lucha continúa. No sin cansancio, temor o derrota. Pero nunca sin fuerza, coraje y templanza. Mi vida en sus manos con la fe ciega de que la cuidarían mejor de lo que lo hago yo mismo. Fe ciega porque ellos son mi familia. Mis maestros y mis protectores. Son mi valor y mi fortaleza. Mi clan. … mi manada de lobos… Mis hermanos… y seguiré cazando junto a ellos, en la paz o la guerra, hasta que el mundo se acabe o hasta que el infierno me lleve.

 ________________________________________________________________________

Un relato que llevaba algunos días escribiendo. quizás sea una representación metafórica sobre mí mismo y sobre mi gente... quizás no... no lo sé.
Solo se que este relato si que va dedicado. Ellos sabrán quienes son por que hay ciertos detalles que los describen... solo espero que les guste puesto que no creo que mucha más gente lo lea... si así es me alegro, y gracias. De corazón gracias sobretodo a ellos cuatro, lo que estarán ahí, pase lo que pase... espero.